La inflación en la eurozona aumentó inesperadamente al 2,5 % en enero, superando el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) por tercer mes consecutivo. Este aumento, reportado por Eurostat, superó las expectativas de los analistas del 2,4 % y siguió a una tasa del 2,4 % en diciembre.
El aumento de la inflación se atribuye en gran medida a una caída temporal de los precios de la energía el año anterior, lo que resultó en una comparación anual artificialmente baja. A pesar del aumento, no se espera que el BCE altere su estrategia de recorte de tasas, habiendo ya reducido las tasas por quinta vez desde junio, llevándolas al 2,75 %.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, enfatizó que el proceso de desinflación sigue en buen camino, sugiriendo que podrían ocurrir más recortes de tasas en los próximos meses. La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, se mantuvo estable en 2,7 %, superando las previsiones de los analistas de una disminución.