En el cuarto trimestre de 2024, las economías emergentes, excluyendo a China, experimentaron una salida neta de capital de 19 mil millones de dólares, con otros 10 mil millones proyectados para el primer trimestre de este año.
El 23 de enero, el banco de inversión JPMorgan advirtió que los mercados emergentes podrían estar atravesando una 'parada repentina' en los flujos de capital, impulsada por las políticas 'America First' del presidente Donald Trump, que están reforzando la economía estadounidense y atrayendo fondos de países más pobres.
Los analistas expresan preocupación por este fenómeno, ya que priva a las economías del capital esencial para su crecimiento y sostenibilidad.
Según JPMorgan, la actual disminución en los flujos de capital no se debe a eventos específicos en los mercados emergentes, sino que es resultado del endurecimiento de las condiciones financieras globales. Los compromisos fiscales y recortes de impuestos de Trump probablemente mantendrán las tasas de interés en EE.UU. elevadas durante un período prolongado.
JPMorgan enfatiza que esta situación no se asemeja a las crisis pasadas en los mercados emergentes, como las de 1998-2002 o 2013-2015, donde naciones específicas enfrentaron presiones sobre sus balanzas de pagos o monedas.
Además, no es consecuencia de una economía estadounidense débil que provoque una venta global; más bien, es resultado de un fuerte crecimiento económico en EE.UU. y riesgos políticos que llevan a la retirada de capitales de los mercados emergentes.
La trayectoria futura de esta situación dependerá de las políticas posteriores de Trump y de si los indicadores económicos clave de EE.UU.—como empleo, inflación y ventas minoristas—son lo suficientemente fuertes como para influir en las decisiones de tasas de interés de la Reserva Federal.
Aun si ocurre una parada repentina en los mercados emergentes, la mayoría de las economías deberían poder soportar el choque. Sin embargo, JPMorgan identifica a Rumanía, Malasia, Sudáfrica y Hungría como las más vulnerables.
El fortalecimiento continuo del dólar estadounidense presenta riesgos potenciales para los mercados emergentes que ya lidian con desequilibrios financieros.