Los mercados emergentes enfrentan obstáculos por la fortaleza económica de EE. UU.

El rendimiento de la deuda de los mercados emergentes (ME) se ha desacelerado en 2024, afectado por el fuerte crecimiento económico de EE. UU. y la inflación persistente. A pesar de la compresión de los spreads de crédito de los ME, los mayores rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. y un dólar fuerte han creado desafíos, llevando a mayores rendimientos de bonos de los ME y a monedas más débiles.

Los fundamentos de la deuda de los ME siguen siendo favorables, con condiciones económicas resilientes y dinámicas fiscales favorables que presentan oportunidades para la flexibilización monetaria. Las proyecciones indican que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de los ME se mantendrá por encima del potencial en 3.9% en 2025, con una inflación esperada de 4.2%, bajando de 5.9% en 2024.

Se anticipa que los déficits fiscales se mantendrán en alrededor del 5.7% del PIB, con la deuda pública respecto al PIB en el 60%. El saldo básico agregado para los ME se proyecta en un 2% del PIB, lo que indica cuentas externas sólidas. El sector financiero sigue siendo fuerte, con un impacto limitado de los tasas de interés en aumento.

Sin embargo, existen riesgos, especialmente debido a la incertidumbre en torno a las políticas comerciales de la administración Trump, que podrían interrumpir el comercio global. Los países con grandes superávits comerciales con EE. UU. podrían enfrentar desafíos económicos que lleven a respuestas fiscales y monetarias.

En 2024, los spreads de crédito soberano y corporativo en moneda dura de los ME se comprimieron significativamente, reflejando fundamentos positivos y bajas tasas de incumplimiento. Aunque los spreads son menos atractivos que en 2023, los niveles de rendimiento siguen siendo atractivos debido a los mayores rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. Se espera que los rendimientos futuros de la deuda en moneda dura de los ME en 2025 sean impulsados principalmente por rendimientos más bajos de los bonos del Tesoro de EE. UU. y carry, en lugar de la compresión de los spreads de crédito.

Es probable que el dólar estadounidense siga siendo fuerte, creando vientos en contra para los mercados locales de los ME, mientras que la depreciación de la moneda podría ayudar a compensar los costos arancelarios de manera desigual entre los países de ME. Se espera que las tasas locales sean respaldadas por bancos centrales prudentes de los ME en un contexto de actividad económica estable.

Los mercados fronterizos están emergiendo como un punto positivo, con bonos en moneda local desempeñando un papel crucial. Estos mercados están diversificando sus fuentes de financiamiento y reduciendo su dependencia de la deuda en moneda extranjera. Un fuerte impulso reformador y el apoyo multilateral están mejorando sus perspectivas económicas.

A pesar de la pérdida de impulso en la deuda de los ME, el panorama económico sigue siendo resiliente, y existe potencial para la flexibilización de la política monetaria. Si bien las incertidumbres políticas presentan riesgos, también podrían crear oportunidades para los inversores a largo plazo.

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