Un nuevo estudio revela que incorporar actividad moderada a vigorosa en las rutinas diarias, incluso sin ejercicio formal, puede mejorar significativamente la salud y la longevidad. Los investigadores analizaron los movimientos de más de 20,000 adultos que no hacían ejercicio formal. Descubrieron que aquellos que se movían enérgicamente durante las actividades diarias experimentaban un menor riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
Hallazgo clave: Incluso pequeñas cantidades de actividad enérgica, menos de cinco minutos al día, pueden tener un impacto significativo en la salud cardiovascular.
Actividad moderada: 24 minutos al día de actividad moderada redujeron los riesgos cardiovasculares hasta en un 50%.
Actividad vigorosa: Solo cinco minutos al día de movimiento vigoroso se asociaron con una probabilidad casi un 40% menor de morir por problemas cardíacos.
Emmanuel Stamatakis, quien dirigió el estudio, sugiere encontrar oportunidades para aumentar la intensidad de las tareas y actividades diarias. Cambios simples, como subir las escaleras rápidamente o caminar a un ritmo más rápido, pueden marcar la diferencia. Martin Gibala, un científico del ejercicio, señala que incorporar incluso un poco de actividad moderada o vigorosa en la vida diaria puede tener efectos significativos en la salud.