Las economías del Caribe enfrentan incertidumbres a pesar de la recuperación del turismo y el auge petrolero de Guyana en 2025

La región del Caribe enfrenta un panorama económico complejo en 2025, marcado tanto por oportunidades como por desafíos. Si bien la recuperación del turismo y el crecimiento impulsado por el petróleo de Guyana siguen siendo factores importantes, la creciente volatilidad económica mundial exige una recalibración de las estrategias económicas.

Las economías dependientes del turismo están experimentando una recuperación, con llegadas de turistas internacionales que alcanzan un estimado de 34,2 millones en 2024, superando los niveles prepandémicos. La Organización de Turismo del Caribe (CTO) anticipa un aumento adicional del 2% al 5% en las llegadas de visitantes que pernoctan en 2025, lo que podría alcanzar aproximadamente los 35 millones. También se espera que las llegadas de cruceros crezcan entre un 5% y un 7%, acercándose a los 36 millones de visitantes.

La economía de Guyana continúa expandiéndose debido a la exploración y exportación de petróleo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que el PIB de Guyana crecerá aproximadamente un 10% en 2025, impulsado por el aumento de la producción de petróleo y el gasto en infraestructura. Se espera que la adición de la unidad ONE GUYANA FPSO impulse aún más la producción.

A pesar de estas tendencias positivas, el Banco Mundial pronostica una tasa de crecimiento más lenta para América Latina y el Caribe en 2025, estimando una expansión económica regional del 2,1%. Los factores que contribuyen a esta perspectiva incluyen la baja inversión, la alta deuda y un entorno externo cambiante.

Varias naciones del Caribe han logrado avances en la reducción de sus ratios deuda/PIB a través de reformas fiscales. Jamaica pasó del Comité de Supervisión del Programa Económico (EPOC) a la Comisión Fiscal Independiente (IFC) en enero de 2025, con el objetivo de fortalecer la transparencia y la responsabilidad fiscal.