Un nuevo estudio revela una brecha significativa en la forma en que los responsables políticos y el público debaten sobre el consumo de alcohol. Investigadores de varias universidades del Reino Unido analizaron el lenguaje utilizado en las políticas sobre el alcohol y lo compararon con la forma en que los adultos jóvenes hablan sobre beber.
El estudio, publicado en la revista Drug and Alcohol Review, encontró que las políticas a menudo enmarcan el alcohol de manera negativa, centrándose en los riesgos. Por el contrario, los bebedores discuten los impactos emocionales tanto positivos como negativos, como la felicidad y la culpa.
Los investigadores sugieren que las políticas efectivas deberían considerar los aspectos emocionales y sociales del consumo de alcohol. Este enfoque podría conducir a conversaciones e intervenciones más significativas para reducir los daños relacionados con el alcohol. Esto se alinea con las teorías psicológicas de que las personas beben por varias razones, incluyendo la socialización y el manejo de las emociones.
El World Cancer Research Fund (WCRF) está abogando por una Estrategia Nacional sobre el Alcohol en Inglaterra. Están presionando por medidas como un mejor etiquetado y restricciones de marketing para reducir los daños relacionados con el alcohol. El estudio destaca la necesidad de políticas que reflejen las experiencias reales de los bebedores.