Un estudio de 2025 publicado en *Frontiers in Psychology* indica una fuerte correlación entre la intolerancia a la lactosa y la frecuencia de las pesadillas. La investigación propone que el malestar gastrointestinal causado por la intolerancia a la lactosa puede alterar el sueño, lo que lleva a sueños más vívidos y perturbadores.
El estudio encuestó a más de mil estudiantes, revelando que las mujeres eran más propensas a experimentar pesadillas y sensibilidades alimentarias. Alrededor del 40% de los participantes creían que la comida afectaba su sueño. Los productos lácteos, específicamente, se relacionaron con sueños más extraños o inquietantes.
Los investigadores sugieren que los síntomas gastrointestinales inducidos por los lácteos pueden ser un factor en la causa de las pesadillas. Los hallazgos enfatizan el potencial de los ajustes dietéticos para mejorar la calidad del sueño en personas con sensibilidades alimentarias. Se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos.