Un nuevo estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Oslo revela que los hermanos mayores pueden enriquecer el vocabulario del hijo menor. La investigación examinó la relación entre el desarrollo del lenguaje y la composición familiar en más de 6.000 niños noruegos de 1 a 3 años.
El estudio, publicado en la revista Child Development, encontró que los niños con tres o más hermanos mostraban un aumento en su vocabulario. Audun Rosslund, el autor principal, señaló que investigaciones anteriores indicaban vocabularios más pequeños en niños con hermanos mayores. Esto a menudo se atribuía a menos recursos y atención parental por niño.
Los investigadores examinaron la proporción de niños a cuidadores, incluidos los padres y los hermanos mayores. Simularon modelos para encontrar el umbral de edad en el que los hermanos mayores se convertían en recursos. Se descubrió que este umbral se encontraba en la adolescencia temprana, y las hermanas mayores lo alcanzaban de uno a tres años antes que los hermanos.
Rosslund explicó que las niñas suelen tener un desarrollo lingüístico más rápido y una maduración social y cognitiva más temprana. La relación entre el número de niños y cuidadores tuvo un mayor impacto en la variación del vocabulario que el orden de nacimiento. La conclusión clave es la importancia de la dinámica familiar.
Rosslund sugiere que estos hallazgos pueden aplicarse al número de cuidadores en guarderías y jardines de infancia. Señala que las guarderías pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo del lenguaje, especialmente cuando el entorno doméstico es menos estimulante. La Dirección de Salud de Noruega emitió recomendaciones para la asistencia temprana a niños con dificultades del lenguaje.
Las recomendaciones también incluyen proporcionar a los padres orientación sobre la creación de un entorno lingüístico rico en el hogar. Esto incluye estimular el desarrollo del lenguaje del niño a través de la interacción y limitar el tiempo frente a la pantalla. El estudio anterior de Rosslund mostró una relación negativa entre el tiempo diario frente a la pantalla y el vocabulario en niños de dos años.
El tema recurrente en estos estudios es la importancia del tiempo, la atención y la estimulación lingüística. Esto es algo a lo que tanto los padres como los hermanos mayores pueden contribuir. El estudio destaca el impacto positivo de un entorno de apoyo en la adquisición del lenguaje por parte del niño.