Un estudio reciente realizado en Frankfurt, Alemania, revela que las técnicas de respiración circular pueden inducir estados alterados de conciencia, lo que lleva a una mejora del bienestar mental. La investigación, encabezada por Martha N. Havenith del Instituto Ernst Strüngmann y la Fundación MIND, fue publicada en "Communications Psychology".
Las experiencias reportadas por los participantes durante las sesiones de respiración circular se asemejaron a las inducidas por psicodélicos. Estos estados alterados se correlacionaron con un mayor bienestar psicológico y una reducción de los síntomas depresivos. Los investigadores sugieren que la respiración circular puede ofrecer un enfoque práctico y no farmacológico para tratar los trastornos mentales, incluida la depresión y el TEPT, especialmente dadas las limitaciones que rodean la terapia psicodélica.
Las técnicas de respiración circular, inspirándose en tradiciones como Tummo y Pranayama Yoga, han evolucionado hacia métodos como Holotropic Breathwork y Conscious Connected Breathwork. Estas prácticas implican una respiración continua y profunda sin pausas, a menudo realizada en entornos grupales con música. El estudio involucró a 61 participantes experimentados en la Fundación MIND en Berlín, con 43 participando en la respiración activa y 18 en un grupo de control pasivo. Los investigadores monitorearon el bienestar psicológico, los niveles de dióxido de carbono y los biomarcadores relacionados con el estrés y la inflamación.
El grupo de respiración activa experimentó niveles de CO2 significativamente más bajos, lo que se correlacionó con cambios más intensos en la conciencia. Una semana después de la sesión, los participantes informaron una mejora en el bienestar y una reducción de los síntomas depresivos, y el grado de mejora se relacionó con la reducción de CO2 y la intensidad de la experiencia subjetiva. El estudio indica que la respiración circular podría ser un método rentable para inducir cambios beneficiosos en la conciencia, con la reducción de CO2 desempeñando un papel fisiológico clave. Se necesita más investigación para validar estos hallazgos.