Ginseng: Remedio antiguo respaldado por la ciencia moderna

¿Qué hace que la raíz pálida y ramificada, conocida por su sabor amargo, sea tan especial? Las respuestas se encuentran en la medicina tradicional china, que ha celebrado los efectos del ginseng en el cuerpo durante milenios, una afirmación ahora respaldada por la ciencia moderna.

Primero, aclaremos qué es el ginseng. Este nombre se refiere a 11 plantas diferentes, todas las cuales crecen muy lentamente y tienen raíces carnosas. Las más conocidas y medicinales entre ellas son el ginseng asiático o coreano (Panax ginseng) y el ginseng americano (Panax quinquefolius).

También puede encontrar ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosus), que no es un verdadero ginseng y, por lo tanto, no tiene los mismos efectos que sus contrapartes asiáticas o americanas, pero tiene otros impactos beneficiosos en el cuerpo.

El uso de ginseng con fines medicinales fue descubierto por historiadores en textos antiguos de más de dos mil años, mientras que los restos arqueológicos de esta planta son aún más antiguos, con ginseng encontrado en las regiones montañosas de Manchuria, China, que data de hace más de 5,000 años. Hoy en día, el ginseng sigue prosperando en esas áreas y en las regiones montañosas del este de Rusia, Corea y América del Norte, donde también fue utilizado por los nativos americanos en el pasado.

Las propiedades curativas de la planta se subrayan por su nombre latino, ya que 'panax' significa 'cura todo', mientras que 'ginseng' proviene de la palabra china rénshēn, que significa 'raíz humana'. Esto tiene sentido, ya que la raíz de ginseng, con su estructura ramificada, se asemeja al cuerpo humano y tiene un impacto significativo en la salud humana.

Los científicos han descubierto que el ginseng contiene varias sustancias bioactivas valiosas, entre las cuales los ginsenósidos son las más medicinales. El ginseng asiático y el americano difieren en la concentración de estas sustancias, lo que da lugar a efectos ligeramente diferentes en el cuerpo. La medicina tradicional china sugiere que el ginseng americano no es tan potente como el ginseng asiático y tiene un efecto más calmante, mientras que se cree que el ginseng asiático estimula el cuerpo, protege órganos vitales, aumenta la energía (especialmente la fuerza vital o qi) y mantiene la vitalidad.

La medicina tradicional china prescribe ginseng para una amplia gama de condiciones de salud, que incluyen sistemas inmunitarios debilitados, resfriados y enfermedades respiratorias, problemas de circulación que pueden manifestarse como problemas cardíacos o disfunción eréctil en hombres, diabetes, falta de energía y concentración, fatiga, disminución cognitiva, pérdida de memoria y cáncer.

La curiosidad sobre si el ginseng realmente ayuda con todas estas condiciones ha llevado a la ciencia moderna a realizar varios estudios sobre los efectos de esta planta. Sin embargo, se necesitan muchos más estudios para comprender completamente el verdadero poder del ginseng. Hasta ahora, los hallazgos más intrigantes sugieren que el ginseng asiático promueve el crecimiento de células inmunitarias, tiene propiedades antimicrobianas, calma la inflamación en el cuerpo (incluida la inflamación muscular después de un ejercicio intenso), mejora la función pancreática y ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre.

Además, los investigadores han descubierto que los ginsenósidos inhiben el crecimiento de células cancerosas y que las personas que consumen ginseng tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer. También se han realizado estudios sobre los efectos revitalizantes de esta raíz, descubriendo que el ginseng puede ayudar incluso con la fatiga crónica en tan solo 15 días, y tiene un buen efecto en los pacientes con cáncer que han sufrido fatiga debido a la quimioterapia.

Se han realizado investigaciones sobre los efectos del ginseng en el cerebro, que han demostrado que el ginseng puede mejorar la memoria de trabajo y que el consumo regular de esta raíz contribuye a buenas funciones cognitivas en la vejez. Uno de los estudios también mostró que el ginseng tiene efectos positivos en los cerebros de personas con enfermedad de Alzheimer, mientras que otra investigación reveló que el ginseng ayuda al cuerpo a sobrellevar el estrés y alivia los síntomas de depresión y ansiedad.

Una de las afirmaciones más controvertidas es que el ginseng aumenta la potencia sexual masculina, lo que lo convierte en un ingrediente común en productos comercializados para la salud masculina. Los estudios científicos en los últimos años han demostrado que el ginseng promueve la circulación sanguínea en todo el cuerpo y puede ayudar a los hombres con disfunción eréctil que tienen problemas de circulación en el órgano sexual, sin embargo, los científicos advierten que se necesita más investigación, ya que los estudios hasta ahora no han mostrado diferencias claras entre los efectos del ginseng y los efectos de un placebo en la potencia sexual.

El ginseng se puede consumir fresco o seco de diversas maneras. Es comestible crudo, por lo que algunas personas lo mastican, aunque tiene un sabor muy amargo y es casi imposible encontrar raíz fresca en las tiendas. Las tiendas especializadas en alimentos asiáticos y hierbas a veces venden raíz seca, pero el precio es extremadamente alto, ya que el ginseng crece muy lentamente y solo se puede cosechar cuatro a seis años después de la siembra. Tanto la raíz fresca como la seca se pueden añadir a platos como sopas, guisos, salsas y acompañamientos, o bebidas (batidos y tés).

En las tiendas de alimentos saludables, es más probable que encuentre ginseng en polvo, suplementos dietéticos o como ingrediente en tés de hierbas. Los expertos en medicina tradicional china sugieren que el té de ginseng es la forma más suave de consumir esta planta medicinal, mientras que el ginseng en polvo, que generalmente se toma en forma de cápsulas, proporciona efectos más potentes.

Debido a la dificultad de cultivar la raíz y su alto precio, a menudo aparecen productos falsificados en el mercado. Los expertos advierten que es importante leer cuidadosamente los ingredientes de los productos de ginseng y asegurarse de que contengan las verdaderas variedades asiáticas o americanas de la planta y prestar atención a su concentración. También se recomienda no exagerar con una hierba tan potente como el ginseng; se sugiere hacer una pausa de dos semanas cada dos o tres semanas.

Por el momento, se desaconseja el consumo de ginseng para niños, mujeres embarazadas y madres lactantes, ya que no se han realizado suficientes estudios que confirmen su seguridad para ellos. Asimismo, los diabéticos y las personas que toman medicamentos anticoagulantes o que padecen hipertensión deben consultar a un médico antes de incorporar el ginseng a su dieta.

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