Cuando un niño pequeño comienza a golpear todo a su alrededor, puede hacer que los padres se cuestionen qué está sucediendo y cómo detenerlo. Aunque este comportamiento es preocupante, no significa necesariamente que su hijo crecerá para convertirse en un matón.
La psicóloga clínica Dra. Deborah Glesser se refiere a esta fase como la 'fase de golpear' en el desarrollo de los niños pequeños, que a menudo se observa en niños de entre uno y dos años.
¿Por qué los niños golpean a otros?
Los niños pequeños pueden no entender completamente que sus acciones lastiman a otros, ya que la empatía generalmente se desarrolla alrededor de los tres años. También luchan por comprender sus propias emociones, y mucho menos las de los demás, lo que hace poco probable que un niño pequeño golpee a alguien con la intención de hacer daño.
Varios factores pueden contribuir a que un niño golpee a otros:
Al igual que los adultos, los niños pequeños pueden experimentar aburrimiento, hambre, sed y fatiga. La diferencia es que sus habilidades verbales aún no están lo suficientemente desarrolladas como para comunicar estas emociones, lo que lleva a la frustración.
La Dra. Miriam Schechter, profesora de pediatría, señala que los niños pequeños pueden usar su cuerpo para expresar emociones o desacuerdos debido a un vocabulario limitado.
Los padres pueden notar que su hijo golpea a otros con más frecuencia en parques infantiles o salas de juegos, a menudo desencadenado por otros niños que toman juguetes, empujan o invaden su espacio personal.
Los días estresantes pueden aumentar la probabilidad de que un niño pequeño golpee por ira. La Dra. Schechter enfatiza que incluso los niños que normalmente no golpean o muerden pueden perder el control cuando están abrumados.
Los niños pueden imitar a hermanos mayores que juegan de manera brusca o discuten.
Algunos niños tienen un carácter menos 'relajado' desde el nacimiento. 'Mucho depende del temperamento', dice el psiquiatra infantil Dr. Stanley Turecki.
Los niños pequeños se hacen constantemente la pregunta: 'Si hago esto, ¿qué pasará?', y esto se transfiere también a sus relaciones con los demás.
Aunque los niños no comprenden las consecuencias de golpear y no lo hacen con la intención de lastimar a nadie, es importante abordar este comportamiento. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar:
1. Abordar el comportamiento inmediato
Cuando su hijo golpee a alguien, agáchese a su nivel, mire a los ojos y diga: 'Está bien sentirse enojado/perturbado/frustrado, pero no está bien golpear a los demás.'
2. Identificar los desencadenantes
Intente entender qué molestó a su hijo y por qué golpeó a alguien: ¿le quitaron un juguete favorito, tiene hambre? Explíqueles que pueden articular lo que necesitan con palabras, por ejemplo, diciendo: 'Tienes hambre. Di: 'Tengo hambre.'
3. Conectar acciones con sentimientos
Los niños pequeños no pueden entender completamente el impacto de su comportamiento en los demás. Por eso es importante explicarles que cuando golpean a otro niño, no se siente bien, por ejemplo: 'Golpeaste a Mark, eso le dolió y por eso se siente mal.'
4. Practicar la resolución de problemas
A través del juego, enseñe a su hijo cómo resolver situaciones. Por ejemplo, finjan que usted es un niño que le quita su juguete favorito y practique diciendo: 'Ese es mi juguete, por favor, devuélvemelo.'
5. Redirigir su atención
Alivie la tensión entre los niños al introducir un nuevo juguete en el juego o sugiriendo un nuevo juego. La Dra. Erin Floyd, psicóloga infantil, señala que desviar la atención a una nueva actividad es a menudo la forma más fácil de resolver disputas.
Si se pelean por un juguete, déjelos un minuto para ver si pueden resolver el conflicto por sí mismos, y si amenaza con escalar, puede decir: 'Si no pueden turnarse, quitaré el juguete y podrán jugar con él más tarde.'