El 19 de junio de 2025, se produjeron acontecimientos relacionados con el programa nuclear iraní y las acciones militares israelíes. El presidente estadounidense Donald Trump reiteró su postura contra la posesión de armas nucleares por parte de Irán, afirmando: «No quiero involucrarme» en una guerra. Añadió que Irán «no puede tener armas nucleares».
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) declaró que no hay pruebas de un programa nuclear militar activo en Irán. El director del OIEA, Rafael Grossi, dijo: «Hemos llegado a la conclusión de que no podemos decir que haya habido ningún esfuerzo sistemático en Irán para intentar desarrollar un arma nuclear».
Las tensiones aumentaron debido a las recientes acciones militares israelíes. El 13 de junio de 2025, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron ataques aéreos contra instalaciones nucleares iraníes, bases militares e infraestructura. Más de 200 aviones atacaron aproximadamente 100 objetivos, incluida la Planta de Enriquecimiento de Combustible Piloto (PFEP) en el sitio nuclear de Natanz.
El 18 de junio de 2025, Israel intensificó su ofensiva, atacando el reactor de agua pesada de Arak. Esta estructura es una parte clave del programa nuclear iraní. Estos ataques suscitaron preocupación internacional sobre una posible escalada del conflicto.
El líder supremo iraní, Ali Jamenei, advirtió a Estados Unidos sobre «consecuencias irreparables» si intervenía en el conflicto para apoyar a Israel. Hizo hincapié en la determinación de Irán de no ceder a la presión externa.
El presidente Trump declaró que no busca un conflicto con Irán, pero que está dispuesto a actuar militarmente si es necesario para evitar que Irán desarrolle armas nucleares. La dinámica geopolítica requiere una cuidadosa vigilancia, ya que las acciones y declaraciones podrían impactar significativamente la estabilidad regional y las relaciones internacionales.