El 9 de julio de 2025, Taiwán dio inicio a sus ejercicios militares anuales Han Kuang, los más extensos hasta la fecha, con una duración de diez días y la movilización de más de 22.000 reservistas. Estos ejercicios simulan ataques a sistemas de mando e infraestructura, preparándose para una posible invasión china.
Los ejercicios de este año se centran en probar la capacidad de respuesta ante interrupciones de las comunicaciones e incorporan nuevas tecnologías de defensa, incluyendo los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) y misiles tierra-aire Sky Sword. Taiwán también está, por primera vez, entrenando a ciudadanos en resiliencia urbana y comunitaria. Esta iniciativa refleja la creciente preocupación por la defensa civil y la necesidad de preparar a la población ante posibles escenarios de crisis.
En respuesta a los ejercicios, China impuso controles a la exportación, prohibiendo la exportación de “bienes de doble uso” a ocho empresas taiwanesas, incluyendo la Corporación de Desarrollo Industrial Aeroespacial (AIDC) y la Corporación CSBC. La comunidad internacional de defensa está monitoreando de cerca los ejercicios para evaluar la preparación de Taiwán y las reacciones de China. Analistas señalan la importancia de estos ejercicios en el contexto de las crecientes tensiones en la región y la necesidad de una evaluación constante de la situación geopolítica.