El lunes 5 de mayo, los rebeldes hutíes informaron que fuerzas estadounidenses e israelíes llevaron a cabo ataques dirigidos a Saná, la capital de Yemen, y Hodeidah en el oeste [1, 7]. Esta acción militar siguió a un ataque con misiles contra el aeropuerto Ben-Gurion de Israel, del cual los rebeldes yemeníes se atribuyeron la responsabilidad [5]. Poco después del anuncio de los hutíes, el ejército israelí confirmó que llevó a cabo ataques contra objetivos hutíes en Yemen [7].
Los ataques se centraron principalmente en el puerto de Hodeidah y una fábrica de cemento ubicada al este de la ciudad [4]. Estas acciones se tomaron en respuesta a los repetidos ataques del régimen hutí contra Israel [4]. El domingo 4 de mayo, un misil hutí impactó directamente en el perímetro del aeropuerto Ben-Gurion cerca de Tel Aviv, lo que provocó heridas leves y una interrupción temporal del tráfico aéreo [5, 6].
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió represalias contra los hutíes y su aliado, Irán [5]. Los hutíes se han atribuido la responsabilidad de numerosos ataques con misiles y drones contra Israel en solidaridad con los palestinos [6]. Estos ataques comenzaron tras la ofensiva israelí en Gaza, que fue una respuesta a las masacres de Hamás del 7 de octubre de 2023 [6].