En todo Estados Unidos, estudiantes internacionales se han enfrentado a revocaciones repentinas de visas y terminaciones de estatus, lo que ha provocado desafíos legales.
Inicialmente, los funcionarios federales restablecieron su estatus. Sin embargo, el 28 de abril se introdujeron nuevas directrices que permiten deportaciones más rápidas basadas en criterios más amplios.
Estos criterios incluyen la revocación de la visa y las coincidencias en bases de datos. Al menos 1.222 estudiantes de 187 universidades se han visto afectados desde finales de marzo.
Las nuevas directrices permiten la terminación del estatus de los estudiantes si se revocan sus visas. El estatus también puede ser terminado si sus nombres aparecen en una base de datos criminal o de huellas dactilares.
Los estudiantes internacionales deben obtener una visa para estudiar en los EE. UU. Deben demostrar suficiente apoyo financiero y ser admitidos en una escuela aprobada.
Una vez en el país, deben mantener un buen rendimiento académico. Su estatus se mantiene en el Sistema de Información para Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS).
Las universidades han descubierto que el gobierno ha terminado el estatus de los estudiantes, un cambio con respecto a las prácticas anteriores. Los estudiantes han presentado demandas, y en algunos casos se han concedido órdenes de restricción temporales.
Los estudiantes internacionales también se han visto atrapados en un enfrentamiento entre Harvard y la administración estadounidense. Esto implica una restricción en la capacidad de Harvard para albergar a estudiantes internacionales.