Trump anuncia nuevos aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio, amenaza con medidas recíprocas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el domingo 4 de febrero de 2024 que impondrá nuevos aranceles del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio a los Estados Unidos, a partir del lunes 5 de febrero de 2024. El anuncio se produjo durante el viaje de Trump a Nueva Orleans para asistir al Super Bowl. Los nuevos aranceles se sumarán a los derechos de aduana existentes sobre los metales, lo que marca otra escalada importante de la revisión de la política comercial de Trump.

Trump también declaró que anunciará aranceles recíprocos el martes o miércoles 6-7 de febrero de 2024, que entrarán en vigor casi de inmediato. Estos aranceles se aplicarán a todos los países y coincidirán con las tasas de aranceles aplicadas por cada país. «Si nos cobran, nosotros les cobramos», explicó Trump.

El anuncio llega después de que Trump retrasara la imposición de aranceles del 25% sobre las importaciones de México y Canadá, que inicialmente estaban programadas para entrar en vigor el 4 de febrero de 2024. El retraso siguió a acuerdos de ambos países para aumentar las medidas de seguridad fronteriza para reducir el tráfico de fentanilo y la afluencia de migrantes a los Estados Unidos. México acordó desplegar 10.000 soldados de la Guardia Nacional en su frontera con los Estados Unidos como parte del acuerdo, mientras que Canadá nombró un «zar del fentanilo» y designó a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas.

Sin embargo, Trump implementó el arancel adicional del 10% previamente anunciado sobre los bienes de China, al que el gigante asiático respondió con gravámenes similares. Trump tiene previsto tener una conversación con el presidente chino Xi Jinping.

Desde que asumió el cargo el 20 de enero de 2024, Trump ha utilizado las amenazas de aranceles como una herramienta de presión contra otros países, a pesar del potencial de que estas medidas provoquen un aumento de los precios en los Estados Unidos.

Hace dos semanas, Trump amenazó con aranceles sobre Colombia para obligar al país a aceptar la deportación de migrantes colombianos después de que su presidente, Gustavo Petro, rechazara la llegada de dos vuelos de deportación debido a las malas condiciones en las que viajaban.

Trump aseguró el viernes 2 de febrero de 2024 que Estados Unidos y Japón contrarrestarán lo que calificó de «agresión económica china» después de recibir al primer ministro japonés Shigeru Ishiba en la Casa Blanca.

En una conferencia de prensa conjunta en Washington, el republicano también dijo que Japón importará gas natural estadounidense «en cantidades récord». Según un estudio realizado para el Congreso, en 2023, Estados Unidos registró un déficit de 72.000 millones de dólares en el comercio de bienes con Japón. Según Trump, los aranceles son una opción si este déficit comercial no se equilibra.

En esta primera cumbre entre los dos líderes, Shigeru Ishiba habría aceptado aumentar las importaciones de gas natural estadounidense. Esto fortalecería la seguridad energética de un Japón pobre en recursos, al tiempo que permitiría a Trump, que ve cada intercambio diplomático como una negociación comercial, atribuirse una victoria económica.

Japón invierte mucho en Estados Unidos. De hecho, en 2023, era la primera fuente de inversión extranjera directa en territorio estadounidense. Más recientemente, el gigante japonés de la inversión tecnológica SoftBank Group, cuyo jefe Masayoshi Son es cercano a Trump, participó en un importante proyecto de inversión en inteligencia artificial en Estados Unidos. Pero no todas las inversiones japonesas son bien recibidas.

El expresidente demócrata Joe Biden bloqueó la propuesta de adquisición amistosa del gigante siderúrgico US Steel por parte de Nippon Steel.

Por su parte, Shigeru Ishiba aseguró el domingo 4 de febrero de 2024 que en su reunión con Trump hablaron sobre el plan de la acerera japonesa Nippon Steel de adquirir U.S. Steel y se mostró en sintonía con los sorpresivos comentarios del republicano sobre la supuesta retirada de la oferta, afirmando que se estudiará un mecanismo para que esta última siga siendo estadounidense.

América Latina enfrentará las consecuencias de la suspensión de los fondos y el recorte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que en 2024 aportó a la región 2.300 millones de dólares, una decisión adoptada por el presidente Trump, que amenaza la continuidad de los programas en 130 países y perjudicará a millones de personas que hasta ahora se beneficiaban de la cooperación estadounidense. Lo que comenzó como una medida temporal de 90 días para «reducir el gasto público y la burocracia, reevaluar la eficacia de los programas y prevenir el posible uso indebido de los fondos» se ha transformado en una situación incierta para USAID, entidad que «ha llegado el momento de que muera», según Elon Musk, responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE.UU. Trump planea reducir su personal de 10.000 a solo 290 puestos, según The New York Times.

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