El presidente Xi Jinping visitará Moscú esta semana para reforzar los lazos con el presidente ruso Vladimir Putin. La visita tiene como objetivo aprovechar la dinámica comercial para aislar potencialmente a Washington. Esta es la primera reunión en persona de Xi con Putin desde el aumento de los aranceles estadounidenses.
El viaje de cuatro días incluye la asistencia a un desfile en la Plaza Roja, que conmemora el 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi. Esto demuestra que las relaciones entre Beijing y Moscú siguen siendo fuertes a pesar de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
La agenda de la reunión se centra en las oportunidades para que Rusia y China coordinen acciones. El objetivo es desmantelar la hegemonía estadounidense y fomentar un orden mundial multipolar. La estrategia de China implica involucrar a países desde Europa hasta América Latina para encontrar nuevos mercados de exportación.
Mientras Trump promueve una política exterior de "Estados Unidos Primero", Beijing se presenta como una superpotencia estable. Sin embargo, la muestra de apoyo de Xi a Putin en medio del conflicto de Ucrania genera preocupación entre algunos países. Los funcionarios europeos se oponen al apoyo de China a Rusia, mientras que los países asiáticos desconfían de las ambiciones territoriales de Beijing.