La XXII Cumbre Judicial Iberoamericana concluyó en Santo Domingo con un fuerte énfasis en la independencia judicial. Los presidentes de las Cortes Supremas y Consejos de la Judicatura de toda Iberoamérica firmaron la Declaración de Santo Domingo.
La declaración esboza una hoja de ruta para los sistemas de justicia comprometidos con la libertad, la igualdad y la dignidad humana. Aborda los desafíos regionales, incluidas las preocupaciones democráticas y el impacto de la inteligencia artificial.
Representantes de 23 países reafirmaron que la justicia es la piedra angular de las sociedades libres y democráticas. Enfatizaron que la independencia judicial es esencial para juicios justos sin injerencias indebidas.
La cumbre destacó la importancia de la transformación digital y la inteligencia artificial en la administración de justicia. Subrayó la necesidad de supervisión humana y consideraciones éticas para prevenir sesgos.
La declaración también pide el fortalecimiento de la protección de los derechos ambientales dentro del sistema de justicia. Insta a los órganos judiciales iberoamericanos a integrar estos principios en sus agendas nacionales.