Una agencia gubernamental del Reino Unido ha asignado fondos para experimentar con el enfriamiento de la Tierra. La agencia oficial, llamada Aria, dedicará aproximadamente 67 millones de euros a la investigación de técnicas de geoingeniería solar.
La técnica consiste en inyectar partículas, como azufre o calcita, a una altitud de unos 20 kilómetros. Estas partículas bloquearían una parte de los rayos del sol, enfriando así la atmósfera de manera efectiva.
Esta iniciativa tiene como objetivo imitar el efecto de enfriamiento observado después de grandes erupciones volcánicas. El plan del Reino Unido de probar esta tecnología en el mundo real, incluso a pequeña escala, ha suscitado controversia y plantea numerosas preguntas sobre sus posibles impactos.