El 8 de abril, Japón comenzó negociaciones comerciales con Estados Unidos, centrándose en los aranceles, especialmente los que afectan al sector automotriz. Esta acción se tomó tras el anuncio del presidente Trump sobre los aranceles, que incluía un arancel del 24% sobre las importaciones y un arancel adicional del 25% sobre los vehículos.
Mientras tanto, el Ministerio de Comercio de China declaró el mismo día que implementaría contramedidas si Estados Unidos sigue adelante con el aumento de los aranceles sobre los productos chinos. El ministerio comunicó que China está lista para defender sus intereses y considera el posible aumento de aranceles como una medida coercitiva y equivocada.