Investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidad de California -- Berkeley han desarrollado una "hoja artificial" que imita la fotosíntesis de las plantas para convertir el dióxido de carbono (CO2) atmosférico en combustibles sostenibles.
El dispositivo utiliza "nano-flores" de cobre y un compuesto cristalino llamado perovskita para producir hidrocarburos más limpios, similares a los de los combustibles fósiles, pero sin el impacto ambiental negativo. La perovskita absorbe la luz solar, que luego alimenta las nano-flores de cobre para catalizar la transformación del CO2 y el agua en hidrocarburos como el etano y el etileno.
La adición de electrodos de nanohilos de silicio y glicerol ha mejorado la eficiencia del dispositivo en 200 veces, produciendo también subproductos químicos valiosos como el glicerato, el lactato y el formiato.