El 3 de enero de 2025, un equipo de investigación liderado por el profesor Hanjun Ryu anunció avances significativos en el desarrollo de sensores táctiles piezoeléctricos y triboeléctricos. Estos sensores son cruciales para convertir la entrada mecánica en señales eléctricas, generando tensión a partir del estrés mecánico y dependiendo de la transferencia de carga inducida por contacto.
El equipo introdujo estrategias de fabricación innovadoras para superar desafíos relacionados con la flexibilidad y la resiliencia ambiental. El estudio detalló técnicas para mejorar la sensibilidad y las características de autoalimentación, abordando problemas como la fragilidad de los materiales piezoeléctricos.
Para los sensores piezoeléctricos, se exploraron métodos como el dopaje de materiales, ajustes de cristalización e integración de compuestos poliméricos. La investigación destacó avances en cerámicas sin plomo y en impresión 3D como clave para crear sensores adaptables.
En el caso de los sensores triboeléctricos, se optimizaron técnicas de modificación de superficie como tratamientos de plasma y microestructuración para mejorar la eficiencia de transferencia de carga. La incorporación de materiales híbridos y nanostructuras se destacó como una forma de mejorar la flexibilidad y la durabilidad.
El estudio también enfatizó la integración de inteligencia artificial (IA) con sensores táctiles, lo que podría mejorar significativamente las capacidades de procesamiento de datos. Se espera que esta integración permita la detección de múltiples estímulos simultáneamente, mejorando la funcionalidad de los sensores.
El profesor Ryu afirmó que los análisis impulsados por IA podrían replicar las habilidades sensoriales humanas de manera más eficiente, marcando un paso sustancial hacia el desarrollo de sistemas inteligentes para el monitoreo de la salud y aplicaciones robóticas.