El 29 de diciembre de 2024, una encuesta realizada entre pasajeros aéreos sudafricanos reveló información significativa sobre las actitudes de los consumidores hacia las prácticas de aviación sostenible. Aunque la mayoría de los encuestados reconoció la contribución de la industria de la aviación al cambio climático, estimada en aproximadamente el 4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero anualmente, muchos expresaron su reticencia a asumir costos adicionales asociados con iniciativas ecológicas.
La encuesta destacó una notable brecha entre el deseo de prácticas más ecológicas y la disposición a pagar 'primas verdes' en los boletos de avión. Esta resistencia podría representar desafíos para las aerolíneas que buscan implementar operaciones sostenibles mientras se mantienen competitivas en un mercado sensible a los precios.
A pesar de las preocupaciones sobre los costos, los viajeros reconocieron la importancia de volar de manera sostenible e indicaron que las aerolíneas deberían centrarse en integrar servicios ecológicos y programas educativos. Tales iniciativas podrían fomentar decisiones más respetuosas con el medio ambiente entre los pasajeros, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad.