El 20 de noviembre de 2024, los Estados miembros de la UE votaron en contra de las enmiendas a una nueva ley destinada a proteger los bosques tropicales, con 25 de 27 países, incluyendo Alemania, oponiéndose a cualquier cambio. Esta decisión sigue a una votación previa de una mayoría en el Parlamento Europeo que favoreció modificaciones.
La presidencia húngara de la UE anunció que los Estados miembros también apoyaron retrasar la implementación de la ley un año, posponiéndola de la fecha de inicio originalmente prevista para el próximo año a 2025. El Parlamento Europeo está de acuerdo con este retraso.
La ley estipula que productos como café, madera, soja, cacao y aceite de palma solo podrán venderse en la UE si no se ha producido deforestación después de 2020. Esta medida tiene como objetivo reducir significativamente la deforestación en regiones como la selva amazónica.
La propuesta ahora regresa al Parlamento Europeo, donde, si el Parlamento retira sus solicitudes de enmienda, la ley podría ser retrasada como se previó. Sin embargo, sin un acuerdo oportuno, la ley podría entrar en vigor en 2025, lo que crearía desafíos para las empresas que anticipaban el retraso.
Christine Schneider, la ponente responsable en el Parlamento Europeo, criticó la postura del gobierno alemán en contra de cambios sustanciales como “irresponsable”. Subrayó la necesidad de iniciar negociaciones trilaterales lo antes posible para finalizar las enmiendas antes de que termine el año.
Las organizaciones medioambientales han expresado su preocupación por una enmienda propuesta que crearía una categoría para países no en riesgo, que estarían sujetos a regulaciones menos estrictas. Los activistas argumentan que esto podría crear lagunas que faciliten la deforestación dañina.