El 10 de octubre de 2024, Fan Yifei, el exvicegobernador del Banco Popular de China, fue condenado a muerte con un aplazamiento de dos años por el Tribunal Intermedio de Huanggang en la provincia de Hubei. Fue declarado culpable de aceptar sobornos que suman aproximadamente 386 millones de yuanes (alrededor de 54 millones de dólares) durante un período de 29 años. Este caso destaca los esfuerzos anti-corrupción en curso iniciados por el presidente Xi Jinping, particularmente contra funcionarios asociados con Wang Qishan, una figura clave en la administración de Xi.
Fan Yifei, quien ocupó varios puestos de alto rango dentro de las instituciones financieras chinas, fue acusado de aprovechar su influencia para ayudar a individuos y entidades a asegurar préstamos y contratos comerciales a cambio de sobornos sustanciales. El tribunal señaló que Fan cooperó con la investigación revelando detalles de soborno previamente no divulgados y devolvió todas las ganancias ilícitas, lo que contribuyó a la indulgencia de su sentencia.
Las implicaciones de este fallo van más allá del destino personal de Fan, ya que señala la continua represión de Xi Jinping contra la corrupción dentro del Partido Comunista. Los analistas sugieren que estas acciones también pueden estar motivadas por el deseo de Xi de neutralizar amenazas potenciales de antiguos aliados, mientras que la red de Wang Qishan enfrenta un creciente escrutinio. La campaña anti-corrupción se ha intensificado en medio de desafíos económicos y maniobras políticas dentro del liderazgo chino, lo que plantea preguntas sobre la futura estabilidad del Partido Comunista Chino.
Fuente: epochtimes.com, 10 de octubre de 2024