A medida que el conflicto en Gaza marca su primer aniversario, la crisis humanitaria sigue escalando, con más de 42,000 muertes reportadas por el ministerio de salud de Gaza, afectando principalmente a mujeres y niños. La violencia continua ha infligido un trauma psicológico severo a la juventud de la región, lo que ha llevado a llamados urgentes a la atención internacional.
El Día Mundial de la Salud Mental, que se observa el 10 de octubre, destaca la grave crisis de salud mental que enfrentan los niños en zonas de guerra, especialmente en Gaza, donde el bloqueo ha persistido durante 15 años. La actual ola de ataques se describe como la más catastrófica hasta la fecha, con muchos niños quedando huérfanos y sin necesidades básicas como comida, agua y atención médica.
UNICEF ha calificado a Gaza como "el lugar más peligroso del mundo para un niño", reflejando el trauma generalizado experimentado por su población joven. Los estudios indican altas tasas de trastornos de salud mental entre estos niños, incluyendo trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad y depresión. La investigación realizada por la psicóloga Iman Farajallah revela problemas de conducta alarmantes entre los niños, exacerbados por la pérdida de familiares y la constante amenaza de violencia.
La destrucción de las instalaciones educativas agrava aún más la crisis, privando a los niños de oportunidades de aprendizaje esenciales y contribuyendo a un sentimiento de desesperanza. Los expertos enfatizan la necesidad de intervenciones efectivas para abordar los desafíos de salud mental que enfrentan estos niños, lo que solo puede realizarse a través de un cese de las hostilidades y la reconstrucción de la infraestructura.
Se insta a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para aliviar el sufrimiento de los niños de Gaza y apoyar las iniciativas de salud mental destinadas a sanar las profundas heridas psicológicas infligidas por el conflicto en curso.