El 5 de octubre de 2024, el Dr. Boggiano, director del programa de investigación de vacunas dentro de la División de SIDA de los NIH en Bethesda, Maryland, destacó la urgente necesidad de vacunas efectivas contra el VIH y la tuberculosis. Con 39,9 millones de personas viviendo con VIH en todo el mundo, aproximadamente 9,3 millones no reciben tratamiento que les puede salvar la vida, lo que resulta en una muerte cada minuto por causas relacionadas con el sida. La tuberculosis, la segunda enfermedad infecciosa más mortífera después del COVID-19, afectó a 10,6 millones de personas en 2022, con 1,3 millones de muertes, incluidas 167,000 personas co-infectadas con VIH.
El Dr. Boggiano gestiona un portafolio de 364 millones de dólares centrado en desarrollar mejores herramientas de prevención para estas enfermedades. A pesar de décadas de investigación, la búsqueda de una vacuna contra el VIH ha enfrentado numerosos desafíos, incluida la rápida mutación del virus y la variabilidad entre individuos. Ensayos recientes, como el estudio MOSAICO, fueron detenidos debido a su ineficacia en comparación con los grupos placebo, aunque la vacuna experimental fue considerada segura.
Los NIH están evaluando actualmente 22 productos potenciales destinados a inducir anticuerpos neutralizantes de amplio espectro para combatir el VIH. La estrategia implica múltiples pasos de vacunación para mejorar las respuestas inmunitarias, lo que podría llevar a una combinación de vacunas para una prevención efectiva. Para la tuberculosis, se están llevando a cabo estudios clínicos sobre nuevos candidatos a vacunas, ya que las personas con VIH tienen un riesgo significativamente mayor de contraer la enfermedad.
Esta iniciativa de salud global subraya la necesidad crítica de soluciones innovadoras para combatir estas infecciones mortales, ya que tanto el VIH como la tuberculosis continúan representando importantes desafíos de salud pública en todo el mundo.