La actividad industrial de China se redujo por quinto mes consecutivo y el sector de servicios experimentó una fuerte desaceleración en septiembre de 2024, lo que indica una necesidad urgente de estímulo gubernamental para alcanzar el objetivo de crecimiento de 2024. La Oficina Nacional de Estadísticas (NBS) reportó un índice de gerentes de compras (PMI) de 49.8 en septiembre, un ligero aumento desde 49.1 en agosto, pero aún por debajo de la marca crítica de 50 que separa el crecimiento de la contracción.
A pesar del ligero aumento, los datos reflejan desafíos persistentes en los sectores manufacturero y de consumo, con analistas advirtiendo que las recientes medidas políticas pueden no ser suficientes para impulsar una recuperación. El gobierno chino ha introducido su paquete de estímulo más agresivo desde la pandemia de COVID-19, lo que contribuyó a un notable aumento en los mercados bursátiles.
Los expertos económicos señalan que, aunque hay algunos indicadores positivos en la manufactura, el panorama económico general sigue siendo precario. La débil demanda de los consumidores y un entorno comercial global desafiante continúan planteando riesgos. El PMI de servicios oficial cayó a 49.9, marcando la primera contracción desde diciembre del año pasado, exacerbada por factores estacionales y condiciones climáticas extremas.
En respuesta a la desaceleración, las autoridades chinas están implementando medidas como la reducción de tasas hipotecarias y el aumento de la emisión de bonos para estimular el crecimiento. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre la efectividad de estas estrategias para abordar los problemas subyacentes en la economía, especialmente en el mercado inmobiliario.
A medida que China se prepara para las próximas vacaciones de la Semana Dorada, la atención se centra en el comportamiento del consumidor y las ventas de propiedades, que son críticas para las perspectivas económicas.