Buenos Aires, 25 de septiembre de 2024 - La economía de Argentina experimentó una caída del 1,3 % en julio en comparación con el mismo mes de 2023, a pesar de una recuperación del 1,7 % respecto a junio. Esta noticia proviene del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), destacando las luchas económicas en medio de altas tasas de inflación.
El indicador de actividad económica, que sirve como medida preliminar para la variación trimestral del PIB, ha mostrado dos meses consecutivos de contracción interanual, aunque la tasa de caída ha disminuido desde una disminución del 4 % en junio. En general, la actividad económica ha disminuido un 3,1 % en los primeros siete meses del año, influenciada por una tasa de inflación del 263,4 % y una caída significativa de la demanda debido a los severos ajustes económicos iniciados por el gobierno del presidente Javier Milei.
Aunque cinco de los 16 sectores medidos informaron crecimiento anual en julio, se observaron aumentos notables en la agricultura, que creció un 23,6 %, y en la minería, que vio un aumento del 5,7 %. Sin embargo, sectores clave como la construcción (-14,8 %), la manufactura (-5,6 %) y el comercio (-5,3 %) continuaron luchando, contribuyendo al declive general.
Los consultores predicen que el comportamiento errático de la actividad económica persistirá, con expectativas de un nuevo descenso mensual en agosto. Las últimas proyecciones privadas recopiladas por el Banco Central indican que la economía de Argentina podría contraerse un 3,8 % en 2024, tras una disminución del 1,6 % en 2023. Mirando hacia 2025, mientras que el gobierno prevé una recuperación robusta del 5 %, los analistas privados sugieren una estimación de crecimiento más moderada del 3,5 %.
Esta situación subraya las complejidades que enfrenta Argentina mientras navega por la recuperación económica en medio de presiones inflacionarias y desafíos estructurales.