Un nuevo informe del Instituto para Futuros Sostenibles (ISF) de la Universidad de Tecnología de Sydney, en colaboración con el Operador del Mercado de Energía de Australia (AEMO), revela que el sector eléctrico de Australia está preparado para un crecimiento significativo de empleos, pero enfrenta posibles escaseces de habilidades que podrían obstaculizar la transición hacia un futuro energético limpio. El estudio, facilitado por el Centro de Investigación Cooperativa RACE para 2030, predice que los empleos en el sector eléctrico se duplicarán para 2029, con un aumento de 33,000 empleos en el escenario más probable descrito en el Plan del Sistema Integrado 2024 (ISP).
La mayoría de los nuevos empleos estarán en energías renovables, particularmente en energía eólica, solar y almacenamiento de baterías. El informe enfatiza la creciente importancia de los roles de operación y mantenimiento, que se espera que representen el 65% de la fuerza laboral del sector eléctrico para 2033.
No obstante, la rápida expansión del sector de energías renovables ejercerá una presión significativa sobre el mercado laboral. Los principales desafíos identificados incluyen:
Escasez de habilidades: Una creciente demanda de trabajadores calificados, incluidos electricistas, oficios mecánicos e ingenieros, podría provocar retrasos en los proyectos, ya que el sector actualmente invierte poco en el desarrollo de habilidades y capacitación.
Ciclos de auge y caída: La naturaleza centrada en la construcción de los proyectos de energías renovables podría generar una fuerza laboral altamente variable, complicando los esfuerzos de capacitación y retención.
Desafíos regionales: Muchos proyectos de energías renovables están ubicados en áreas remotas, compitiendo por mano de obra con proyectos de infraestructura en ciudades grandes.
Jay Rutovitz, investigador principal del proyecto, declaró: "La transición hacia un futuro energético limpio presenta una gran oportunidad para Australia, tanto en términos de creación de empleo como de crecimiento económico. Debemos actuar ahora para abordar las posibles escaseces de habilidades y asegurarnos de poder llevar a cabo esta transición y aprovechar sus beneficios."
El informe ofrece varias recomendaciones, incluyendo suavizar el proceso de desarrollo para proyectos de energías renovables, extender la Garantía de Habilidades Australiana a toda infraestructura energética que involucre financiamiento público y atraer una fuerza laboral más diversa.
Genevieve Simpson, líder del programa en RACE para 2030, destacó la necesidad urgente de colaboración entre la industria, el gobierno y los proveedores de capacitación para desarrollar una fuerza laboral calificada capaz de implementar el ISP y lograr un futuro energético limpio para Australia.
Además, el informe indica que la fuerza laboral necesaria para transiciones de eficiencia energética y electrificación probablemente será significativamente mayor de lo identificado, lo que podría contribuir potencialmente a cientos de miles de empleos adicionales para 2030.
El informe hace un llamado a la acción inmediata del gobierno federal, AEMO y otras partes interesadas para abordar la brecha de habilidades y desbloquear oportunidades de reducción de emisiones. Al invertir en capacitación, agilizar los procesos de desarrollo y promover la diversidad en el sector energético, Australia puede construir una fuerza laboral calificada que impulse su futuro energético limpio.
El informe completo y los informes estatales individuales están disponibles en: RACE para 2030.