Nueva York, 14 de julio de 2025 - El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas extendió por unanimidad el mandato de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) hasta el 31 de enero de 2026. Este anuncio, más allá de su impacto político y humanitario, tiene profundas implicaciones económicas para Haití y la región.
La extensión de la misión de la ONU en Haití, en un contexto de creciente inestabilidad política y violencia, genera incertidumbre económica. Según datos del Banco Mundial, Haití ha experimentado una contracción económica del 1.7% en el último año, exacerbada por la crisis política y la inseguridad. La inversión extranjera directa, crucial para el desarrollo, ha disminuido un 25% en los últimos dos años, según informes de la CEPAL.
La presencia de BINUH, aunque necesaria para la estabilidad, implica costos significativos. El presupuesto anual de la misión supera los 60 millones de dólares, fondos que, si bien impulsan la economía local a través del gasto en bienes y servicios, también representan una carga financiera para la ONU y sus estados miembros. La estabilidad política es clave para el crecimiento económico. La extensión de la misión, aunque temporal, podría influir en la confianza de los inversores y en la recuperación económica a largo plazo.
La situación en Haití es compleja. La extensión de la misión de la ONU es un reflejo de la gravedad de la situación, pero también una oportunidad para analizar las implicaciones económicas a corto y largo plazo. La inversión en seguridad, gobernabilidad y desarrollo económico sostenible son fundamentales para el futuro del país.