La Comisión Europea está a punto de proponer un objetivo climático jurídicamente vinculante para 2040, con el objetivo de reducir las emisiones en un 90% en comparación con los niveles de 1990. Esta iniciativa representa un paso significativo en la lucha contra el cambio climático.
La propuesta incluye permitir a los Estados miembros utilizar créditos de carbono internacionales de un mercado de carbono respaldado por la ONU para cumplir hasta el 3% de sus reducciones de emisiones, a partir de 2036. Este enfoque busca abordar las preocupaciones de los Estados miembros sobre la carga financiera de las reducciones de emisiones nacionales. Se establecerán condiciones estrictas para el uso de estos créditos.
El Consejo Consultivo Científico Europeo sobre el Cambio Climático (ESABCC) ha criticado la propuesta, advirtiendo contra la excesiva dependencia de los créditos de carbono internacionales. El ministro de Clima de Dinamarca ha instado a las naciones europeas a mantenerse comprometidas con la transición verde. Esto resalta la importancia de mantener objetivos ambiciosos y priorizar la reducción de emisiones a nivel nacional.