Las Naciones Unidas están contemplando una reestructuración significativa de sus operaciones en 2025 para abordar una grave crisis de financiación y mejorar la eficiencia. Según un memorando interno, esta revisión puede implicar la consolidación de departamentos clave y la reasignación de recursos a nivel mundial.
Los cambios propuestos tienen como objetivo optimizar las operaciones de la ONU mediante la fusión de docenas de agencias en cuatro divisiones principales: paz y seguridad, asuntos humanitarios, desarrollo sostenible y derechos humanos. Esta iniciativa, conocida como UN80, fue lanzada el 12 de marzo de 2025 por el Secretario General António Guterres para garantizar que la ONU siga siendo eficaz y rentable.
Una sugerencia implica fusionar aspectos operativos del Programa Mundial de Alimentos, UNICEF, la OMS y ACNUR en una sola entidad humanitaria. Otras propuestas incluyen la integración de la agencia ONUSIDA con la OMS y la reducción del número de traductores en las reuniones. Estas reformas buscan eliminar los mandatos superpuestos, el uso ineficiente de los recursos y la fragmentación dentro del sistema de la ONU.
La reestructuración está impulsada por una crisis financiera exacerbada por los recortes en la ayuda exterior. Estados Unidos, un importante financiador de la ONU, debe miles de millones en contribuciones. Estos recortes han provocado déficits presupuestarios en varios organismos de la ONU, lo que ha impulsado la necesidad de reformas significativas para garantizar la eficacia continua de la organización.