París fue sede de una cumbre de líderes europeos y aliados para discutir estrategias para apoyar a Ucrania y lograr un alto el fuego. Asistieron treinta y una delegaciones, excluyendo a China, ya que la reunión se centró en países amigos de Ucrania. Turquía estuvo representada por el vicepresidente Cevdet Yilmaz, e Italia por la primera ministra Giorgia Meloni.
Las discusiones se centraron en cuatro áreas clave: ayuda inmediata a Ucrania, términos para un alto el fuego integral, apoyo a largo plazo para el ejército ucraniano y el establecimiento de una "fuerza de tranquilidad". Los participantes exploraron cómo ayudar eficazmente a Ucrania, con el objetivo de lograr un alto el fuego total verificado a través de acuerdos con Rusia. La "fuerza de tranquilidad", apoyada por varios países europeos y el Reino Unido, busca reforzar las capacidades de defensa de Ucrania y prevenir nuevas agresiones rusas. La postura de la UE se mantiene firme contra el levantamiento de las sanciones a Rusia como condición para un alto el fuego, con la posibilidad de aumentar las sanciones si Rusia no cumple con las demandas de alto el fuego.