El control de los talibanes sobre Afganistán se desmorona en medio de luchas internas, mala gestión económica y aislamiento internacional

Desde que tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021, el régimen de los talibanes se enfrenta al colapso debido a fracturas internas, mala gestión económica y fallos de gobernanza. Múltiples facciones están involucradas en una lucha de poder arraigada en líneas divisorias étnicas, tribales e ideológicas, con Mullah Haibatullah Akhundzada luchando por mantener el control. La mala gestión económica de los talibanes ha provocado un aumento de la inflación y un desempleo desenfrenado, mientras que sus políticas sociales extremas han resultado en aislamiento internacional. La Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra altos líderes talibanes, lo que socava aún más la autoridad de Akhundzada y alimenta las divisiones dentro del movimiento. Se insta a la comunidad internacional a actuar estratégicamente manteniendo la presión diplomática y legal, reestructurando la ayuda para evitar al régimen e involucrándose con los grupos de oposición para fomentar la presión interna sobre los talibanes.