El Euro-Med Human Rights Monitor ha instado a las Naciones Unidas a incluir a Israel en su lista negra de entidades sospechosas de cometer violencia sexual en zonas de conflicto. Esta solicitud se basa en lo que la organización describe como pruebas sustanciales de actos sistemáticos de violencia sexual perpetrados por fuerzas israelíes contra palestinos, incluidos detenidos y prisioneros.
Desde el 7 de octubre de 2023, Israel ha rechazado supuestamente cooperar con las investigaciones de la ONU sobre alegaciones de violación y violencia sexual, que la organización con sede en Ginebra considera graves violaciones del derecho humanitario internacional y de los derechos humanos.
Los relatos documentados incluyen casos de violación, tortura sexualizada y tratos brutales hacia civiles palestinos. Un caso notable involucra a un detenido palestino que supuestamente fue violado por perros policiales israelíes en el centro de detención de Sde Teiman, según el abogado Fadi Saif al-Din Bakr.
Los informes también indican incidentes en los que palestinos fueron supuestamente violados hasta la muerte por soldados israelíes, incluido un caso particularmente atroz que involucró el uso de un garrote eléctrico que supuestamente llevó a la muerte de un detenido. El Euro-Med Human Rights Monitor sostiene que estos actos revelan un uso deliberado de la violencia sexual como arma contra los palestinos.
La organización criticó a Israel por negar el acceso a los organismos de investigación de la ONU, incluida la Representante Especial de la ONU sobre Violencia Sexual en Conflictos, Pramila Patten, y acusó a Israel de obstruir la justicia para ocultar su supuesta utilización sistemática de violencia sexual.
Los organismos internacionales han respaldado estas preocupaciones. En junio de 2024, la Comisión de Investigación de la ONU sobre el Territorio Palestino Ocupado informó un aumento significativo de la violencia sexual y de género por parte de las fuerzas de seguridad israelíes, vinculándola a medidas punitivas contra los palestinos.
Ramy Abdu, presidente del Euro-Med Human Rights Monitor, condenó las acciones de Israel, acusando al gobierno de explotar las denuncias de violencia sexual como propaganda mientras comete crímenes atroces. La organización ha pedido a la comunidad internacional que apoye las investigaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) y garantice la rendición de cuentas.
Las medidas inmediatas solicitadas incluyen el acceso a organizaciones internacionales para inspeccionar las instalaciones de detención israelíes, la liberación de individuos detenidos arbitrariamente y garantizar representación legal para las víctimas. La organización sostiene que los actos documentados de violencia sexual, junto con asesinatos y maltratos severos, son parte de una campaña sistemática contra la población palestina, alineándose con la definición de genocidio según el derecho internacional.
La declaración concluye con un fuerte llamado a la inclusión de Israel en la lista negra de violencia sexual de la ONU. "La comunidad internacional debe actuar de manera decisiva para detener estos graves crímenes y garantizar justicia para las víctimas", enfatiza la declaración, pidiendo una investigación exhaustiva de las alegaciones y el enjuiciamiento de los responsables.