El 19 de noviembre de 2024, Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, anunció un fuerte apoyo dentro de la UE para mantener la ayuda militar a Ucrania al alcanzar el conflicto con Rusia su día 1,000.
Tras una reunión de ministros de Defensa de la UE, Borrell declaró que la mayoría de los Estados miembros tienen la intención de seguir suministrando recursos militares a Ucrania, siendo Hungría y Eslovaquia las excepciones notables. Subrayó la importancia del compromiso de los Estados miembros con el apoyo a Ucrania, especialmente ante los posibles cambios en el apoyo militar estadounidense bajo una nueva administración Trump.
Durante esta primera reunión de ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de la UE desde las elecciones estadounidenses, los Estados miembros reafirmaron su fuerte compromiso con Ucrania. Borrell destacó los papeles de Francia, Alemania, Polonia, España e Italia, que se reunieron bajo el formato de Weimar para discutir el respaldo militar a Ucrania.
Borrell advirtió que el resultado en Ucrania tendrá un impacto significativo en el futuro de la UE, afirmando que si el presidente ruso Vladimir Putin tiene éxito, las consecuencias serían mucho mayores que cualquier apoyo militar actual. Señaló que, aunque Hungría y Eslovaquia tienen reservas sobre el envío de armas, sus contribuciones no son sustanciales en el contexto general.
En una declaración conjunta, España, Alemania, Francia, Italia, Polonia y el Reino Unido expresaron su compromiso de mejorar la seguridad europea y transatlántica ante la amenaza rusa persistente. Los ministros de Defensa también revisaron la asistencia militar proporcionada a Ucrania, que totaliza 45 mil millones de euros, cifra que Borrell indicó que está cerca de los niveles estadounidenses. Además, confirmó que la UE ha enviado el millón de proyectiles de artillería prometidos a Ucrania para aumentar sus capacidades militares.