El 15 de noviembre de 2024, la empresa energética austriaca OMV anunció planes para terminar las importaciones de gas ruso para el 20 de noviembre de 2024, anticipándose al final previsto del tránsito ucraniano el 31 de diciembre de 2024. Esta decisión sigue a una reciente victoria en arbitraje sobre Gazprom, que resultó en un fallo de compensación de 230 millones de euros más intereses y costos.
Alfons Haber, jefe del regulador energético de Austria, E-Control, aseguró al público que el país no enfrentará escasez de calefacción este invierno, enfatizando que Austria ya no depende de las importaciones de gas ruso.
La acción legal de OMV se originó en las interrupciones en el suministro de gas de Gazprom, particularmente después de la cesación de las entregas a través del gasoducto Nord Stream en agosto de 2022. La empresa planea retener futuros pagos a Gazprom hasta que se resuelva la compensación otorgada.
El mismo día, la ministra de Clima y Energía de Austria, Leonore Gewessler, apoyó la decisión de OMV, afirmando que no representa una amenaza inmediata para la seguridad energética nacional. Ella declaró que Austria ha preparado suministros de gas alternativos y puede prescindir de las importaciones rusas.
La estrategia de OMV busca salir de un contrato a largo plazo con Gazprom, que los obliga a comprar grandes volúmenes de gas hasta 2040. La empresa está diversificando sus fuentes de gas y ha asegurado gas de tubería de Noruega y contratos de gas natural licuado (GNL), con instalaciones de almacenamiento supuestamente más del 90% llenas.
A medida que Austria se aproxima al final de su dependencia del gas ruso, las implicaciones para las futuras rutas de suministro energético siguen siendo significativas, especialmente con la expiración del acuerdo de tránsito de gas entre Ucrania y Rusia a finales de 2024.