El 30 de octubre de 2024, el ex presidente finlandés Sauli Niinistö instó a la Unión Europea (UE) a destinar al menos el 20% de su presupuesto a la seguridad y la preparación ante crisis. Esta recomendación surge tras su evaluación de las necesidades de seguridad de la UE a la luz de las tensiones geopolíticas actuales y los desafíos del cambio climático.
Niinistö presentó sus hallazgos en Bruselas, identificando los conflictos geopolíticos y el cambio climático como las dos principales amenazas que enfrenta Europa. Aconsejó a los ciudadanos que se preparen para emergencias almacenando suministros para al menos 72 horas.
El presupuesto actual de la UE, que asciende a 1,2 billones de euros y se extiende hasta 2027, representa aproximadamente el 1% del PIB de la UE. El informe de Niinistö llega en medio de tensas negociaciones para el próximo presupuesto de siete años, con gobiernos reacios a aumentar la financiación.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiteró la necesidad de una mayor preparación ante la agresión rusa, afirmando que la guerra en Ucrania representa una amenaza significativa para la seguridad. Subrayó la importancia de prepararse para posibles peores escenarios.
La perspectiva del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca tras las próximas elecciones presidenciales en EE. UU. añade presión a los gobiernos europeos para que aumenten sus gastos en defensa, ya que Trump ha amenazado con recortar la ayuda militar a los aliados de la OTAN que no cumplan con el objetivo del 2% del PIB en gastos de defensa.
Niinistö destacó la insuficiencia de la financiación de defensa de la UE en comparación con los presupuestos nacionales y apoyó las inversiones privadas en el sector de defensa. También sugirió revisar el mandato del Banco Europeo de Inversiones para permitir inversiones en defensa.
Aunque algunos Estados miembros abogan por un nuevo bono de defensa conjunto de la UE, los países fiscalmente conservadores se muestran cautelosos. Von der Leyen propuso a principios de este año que se utilicen fondos de la UE para fortalecer la industria de defensa europea y adquirir armas de manera conjunta, pero Alemania ha sido reacia a respaldar esta iniciativa.
El 30 de octubre, von der Leyen dijo que los fondos adicionales para la defensa deberían provenir de las contribuciones de los Estados miembros o de nuevas fuentes de ingresos para el presupuesto, enfatizando la necesidad de una decisión sobre el camino a seguir.