El 20 de septiembre de 2024, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que exige a Israel que ponga fin a su presencia ilegal en Palestina en un plazo de 12 meses. Esta decisión siguió a un dictamen legal solicitado por la Asamblea al Tribunal Internacional de Justicia sobre las implicaciones legales de las políticas de Israel en Palestina.
La resolución recibió el apoyo de 124 estados miembros, mientras que 14 se opusieron y 43 se abstuvieron. Túnez estuvo entre las 181 naciones presentes y apoyó la resolución, que fue presentada por varios países, incluidos Jordania, Baréin, Turquía y Argelia.
El embajador tunecino ante la ONU, Taarek Al-Adab, instó a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad a actuar rápidamente para detener los crímenes de guerra y el genocidio contra el pueblo palestino, responsabilizando a las autoridades ocupantes por la crisis humanitaria en Gaza y otros territorios ocupados.
La resolución exige a Israel que retire inmediatamente sus fuerzas militares de los territorios palestinos ocupados y que detenga todas las prácticas ilegales, incluidas las nuevas actividades de asentamiento. También enfatiza el derecho de los palestinos desplazados a regresar a sus hogares originales y la necesidad de que Israel cumpla con el derecho internacional.
Este desarrollo podría tener un impacto significativo en las relaciones internacionales y en el conflicto israelo-palestino en curso, ya que refleja un consenso creciente entre las naciones sobre la necesidad de responsabilidad y justicia en la región.