El 7 de julio de 2025, Kenia experimentó una importante escalada en las protestas antigubernamentales. Los sucesos de ese día han generado preocupación a nivel internacional.
Las manifestaciones, que coincidieron con el aniversario de las protestas "Saba Saba", resultaron en un elevado número de víctimas. Se reportaron 31 fallecidos, lo que convierte a este día en el más mortífero desde que comenzaron las protestas este año. Más de 100 personas resultaron heridas y más de 500 fueron arrestadas. Las protestas fueron impulsadas por quejas contra la brutalidad policial, la mala gobernanza y el aumento del costo de vida, problemas que resuenan en muchas naciones de América Latina.
Las Naciones Unidas han pedido calma y moderación, mientras que el Ministro del Interior ha dado instrucciones a las agencias de seguridad para que mantengan una alta alerta. Estos eventos resaltan la importancia de la estabilidad política y económica, especialmente en un contexto global de incertidumbre.
Los disturbios han causado un impacto económico significativo. Las empresas reportan pérdidas sustanciales debido a saqueos y daños a la propiedad. La situación sigue siendo tensa a fecha del 8 de julio de 2025, con manifestaciones en curso y una mayor presencia de seguridad. La situación en Kenia es un recordatorio de la necesidad de abordar las causas subyacentes del malestar social y promover el diálogo pacífico.