Las elecciones a la Cámara Alta de Japón, celebradas el 20 de julio de 2025, han tenido implicaciones significativas para la economía del país. La coalición gobernante, liderada por el Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio Komeito, perdió la mayoría en la Cámara Alta, lo que ha generado incertidumbre en el panorama político y económico.
Este resultado es particularmente relevante dado el plazo del 1 de agosto para finalizar un acuerdo comercial con Estados Unidos. La falta de mayoría del gobierno podría obstaculizar las negociaciones comerciales, afectando las relaciones económicas con Estados Unidos y otros socios comerciales.
Según un análisis del Banco Mundial, la inestabilidad política puede provocar una disminución en la inversión extranjera directa, lo que a su vez podría afectar el crecimiento económico a largo plazo. Además, la incertidumbre política puede llevar a una depreciación del yen, lo que afecta el costo de las importaciones y la competitividad de las exportaciones japonesas.
El ascenso de partidos de oposición, como el Sanseito y el Partido Democrático del Pueblo, añade complejidad al escenario político. Estos partidos podrían tener diferentes posturas sobre las políticas comerciales y económicas, lo que podría dificultar aún más la aprobación de leyes y acuerdos comerciales.
En el pasado, Japón ha experimentado periodos de inestabilidad política que han afectado negativamente su economía. Por ejemplo, la crisis financiera asiática de 1997-1998 tuvo un impacto significativo en la economía japonesa, lo que demuestra la vulnerabilidad del país a los shocks externos y a la inestabilidad política interna.
El futuro económico de Japón dependerá de la capacidad del gobierno para navegar por este nuevo panorama político y económico.