Puerto Príncipe, Haití, se enfrenta a una grave crisis mientras las bandas criminales controlan aproximadamente el 90% de la capital. Esto ha provocado una violencia generalizada y el desplazamiento de más de 1,3 millones de personas en todo el país.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) informa que la actividad de las pandillas se está expandiendo a áreas previamente estables, incluidas las regiones del sur y los cruces fronterizos clave. El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado unánimemente la violencia y ha pedido apoyo internacional.
Se ha desplegado una fuerza de seguridad multinacional liderada por Kenia para ayudar a la Policía Nacional de Haití. Sin embargo, la misión enfrenta desafíos debido a la falta de fondos y personal. La situación humanitaria continúa deteriorándose, impactando la vida diaria de los haitianos. La comunidad internacional, incluyendo países de América Latina, está monitoreando la situación de cerca y buscando soluciones para mitigar el sufrimiento de la población haitiana, recordando la inestabilidad política y social que ha afectado a otros países de la región.