En medio de recientes tensiones y maniobras diplomáticas, Irán estaría considerando establecer un consorcio de enriquecimiento de uranio con la participación de socios extranjeros. Según fuentes de noticias, esta iniciativa implica la colaboración con países como los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Este plan implica el enriquecimiento de uranio dentro de Irán, sujeto a la supervisión del OIEA, potencialmente alcanzando un nivel del 3,67%, según lo permitido por el acuerdo nuclear de 2015. La propuesta ha suscitado reacciones variadas, y algunos observadores sugieren que podría servir como un medio para que Irán mejore la transparencia y la cooperación con los organismos internacionales, mientras que otros la ven con escepticismo, particularmente dado el complejo panorama geopolítico.
La iniciativa refleja los esfuerzos en curso para navegar por las ambiciones nucleares y la dinámica regional, con posibles implicaciones para las relaciones internacionales y la seguridad. La participación de naciones árabes en dicho consorcio podría significar un cambio en las alianzas y la cooperación regionales, al tiempo que plantea interrogantes sobre las implicaciones más amplias para los esfuerzos de no proliferación nuclear.