Sudáfrica se enfrenta actualmente a una multitud de desafíos, que incluyen dificultades económicas, tensiones políticas y un mayor escrutinio internacional.
La economía de la nación sigue siendo frágil, luchando con altas tasas de desempleo, estimadas en más del 33,2%, y un lento crecimiento económico de alrededor del 1,3%.
Sumándose a estos problemas internos, Sudáfrica está experimentando una importante presión internacional tras su decisión de llevar a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por acusaciones de violaciones de derechos humanos.