Washington: Estados Unidos y China están inmersos en una creciente disputa comercial marcada por nuevos aranceles y acciones de represalia.
La semana pasada, Estados Unidos impuso un arancel adicional del 34% a los productos chinos, citando el presunto papel de China en la crisis del fentanilo, sumándose a los aumentos arancelarios anteriores en febrero y marzo.
Beijing respondió implementando un arancel recíproco del 34% a los productos estadounidenses. Además, China ha suspendido las importaciones de sorgo, aves de corral y harina de huesos de ciertas empresas estadounidenses. Otras medidas de represalia incluyen mayores controles de exportación sobre minerales de tierras raras y una demanda presentada ante la Organización Mundial del Comercio.