Israel anunció el domingo 2 de marzo la suspensión de la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Esta decisión se produce en medio de un estancamiento en las negociaciones de alto el fuego, con el gobierno israelí presionando a Hamás para que acepte una extensión de la tregua temporal propuesta por Estados Unidos.
Hamás ha condenado la acción de Israel como un "crimen de guerra", afirmando que viola los términos del acuerdo de alto el fuego, que concluyó su fase inicial de 42 días el sábado. El grupo insiste en la transición a la segunda fase del alto el fuego, que implica la liberación de los rehenes restantes y un fin más duradero de las hostilidades en Gaza.
Según el gabinete de Netanyahu, la propuesta de extensión de la fase inicial fue presentada por el enviado estadounidense Steve Witkoff, con el objetivo de extender el acuerdo durante el Ramadán y finalizarlo alrededor de la Pascua. La propuesta incluía la liberación de la mitad de los rehenes restantes tras la promulgación del pacto, y el resto sería liberado al alcanzar un acuerdo de alto el fuego permanente.