El 19 de febrero, las fuerzas rusas lanzaron ataques con drones en Odesa, según Oleh Kiper, jefe de la Administración Militar Regional de Odesa. Los ataques resultaron en heridas a cuatro personas, incluido un niño. La infraestructura civil fue dañada, incluyendo una clínica infantil, un jardín de infancia y edificios residenciales. Se implementaron cortes de energía de emergencia locales en la región de Odesa tras el ataque. Se cortó la calefacción a algunos consumidores en la región de Kyiv.
Járkov también sufrió daños en una instalación industrial civil debido a ataques con drones. Según el alcalde Ihor Terekhov, aproximadamente tres ataques alcanzaron el distrito de Slobidskyi de la ciudad. Si bien no se reportaron heridos, el equipo de la instalación y otras propiedades resultaron dañados.
Según el Comando de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, las fuerzas rusas lanzaron 167 drones de ataque y dos misiles balísticos Iskander-M durante la noche. Los ataques se originaron en las regiones de Orla, Bryansk, Kursk, Shatalovo, Millerovo, Primorsko-Akhtarsk y Voronezh. Los sistemas de defensa aérea ucranianos interceptaron 106 drones en 14 regiones de Ucrania. Se informó que 56 drones adicionales se "perdieron localmente". Las regiones de Odesa, Kyiv, Sumy, Cherkasy y Zaporizhzhia se vieron afectadas por los ataques.
Los ataques aéreos rusos contra ciudades ucranianas y sus suburbios ocurren casi a diario desde el comienzo de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Los funcionarios rusos continúan manteniendo que el ejército ruso ataca exclusivamente objetivos militares en Ucrania, pero estas afirmaciones han sido repetidamente refutadas por fuentes independientes, incluidos periodistas.