El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la suspensión de la financiación de la USAID para los programas de VIH/SIDA en Sudáfrica, citando falsas acusaciones de confiscación de tierras a "minorías étnicas afrikanas". Esta acusación, que ha sido ampliamente condenada por los políticos sudafricanos, se produce tras años de cabildeo por parte de un grupo de derechos civiles afrikaner blanco. Si bien los grupos marginales que promueven la narrativa de la opresión de los blancos han acogido con satisfacción la postura de Trump, han atenuado su retórica ante una fuerte respuesta estadounidense.
La medida se produce en medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y Sudáfrica, alimentadas por los recientes comentarios de Elon Musk y la implementación de la Ley de Expropiación por parte del presidente Cyril Ramaphosa. El decreto de Trump también otorga prioridad a los programas de refugiados estadounidenses para los afrikaners blancos.
En respuesta a las acciones de Estados Unidos, los Combatientes por la Libertad Económica (EFF) han instado al gobierno sudafricano a fortalecer los lazos con los socios de los BRICS. El portavoz de la EFF, Sinawo Thambo, atribuyó la agresión estadounidense al apoyo de Sudáfrica a Palestina y sus acciones legales contra Israel en la Corte Internacional de Justicia.
Mientras tanto, el Comité de Finanzas del Parlamento sudafricano ha confirmado que las investigaciones sobre el escándalo de Steinhoff continúan. El presidente del comité, Joe Maswanganyi, declaró que el comité está esperando información adicional del Banco de Reserva de Sudáfrica (SARB) con respecto al rastreo de los fondos y su reembolso.