Las fuerzas rusas lanzaron una serie de ataques en toda Ucrania el 9 de febrero, dirigidos a infraestructuras clave en varias regiones. Los ataques se produjeron cuando se acercaba el aniversario de la invasión a gran escala. El gobierno ucraniano informó que se utilizaron 151 BPLA en los ataques, incluidos drones y misiles, con el objetivo de interrumpir los suministros de energía y las infraestructuras críticas. Los ataques fueron condenados por los líderes internacionales, quienes expresaron su solidaridad con Ucrania y pidieron el fin de la violencia.
El sistema de defensa aérea ucraniano logró interceptar 70 BPLA del tipo Shahed, que fueron lanzados desde el territorio de Rusia y su aliado Bielorrusia. Los ataques se dirigieron a regiones como Kiev, Járkov, Poltava, Sumy, Cherkasy, Chernígov, Kirovohrad, Vinnytsia, Zhytomyr, Rivne, Volyn, Mykolaiv, Kherson y Odesa.
El gobierno ucraniano ha informado que los ataques han causado daños generalizados a infraestructuras críticas, incluidas plantas de energía e instalaciones energéticas. Los ataques también han provocado cortes de energía en varias regiones. El gobierno ucraniano ha pedido asistencia internacional para reparar las infraestructuras dañadas.
Estados Unidos, la Unión Europea y otros socios internacionales han condenado los ataques rusos y expresado su apoyo a Ucrania. Estados Unidos ha anunciado un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, que incluye sistemas de defensa aérea y otros equipos. La Unión Europea también ha anunciado planes para proporcionar más apoyo financiero y militar a Ucrania.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha expresado su preocupación por el posible impacto de los ataques rusos en las plantas de energía nuclear de Ucrania. El OIEA ha pedido la protección de las instalaciones nucleares y ha instado a todas las partes a ejercer la moderación.